Los hechos

A pesar de haberse registrado una disminución del empleo de pesticidas y de fertilizantes en la agricultura, su concentración no es menor en las aguas subterráneas, a causa del plazo a menudo muy largo de la infiltración de los contaminantes hasta las capas freáticas. Esta situación es tanto más preocupante cuanto que estas últimas constituyen la reserva de dos terceras partes de la población europea y su rehabilitación, en caso de graves daños, costaría décadas.
Asimismo, las aguas utilizadas de origen industrial o urbano contribuyen a las tasas excesivas de fosfatos o de otros compuestos orgánicos causantes de la eutrofización de las aguas superficiales. A pesar de las numerosas directivas europeas, que han permitido reducir la contaminación, su nivel es todavia demasiado elevado en numerosas zonas.
Lo mismo ocurre en el caso de las emisiones de NOx y de SO2 a la atmósfera, que originan lluvias ácidas que, a su vez, tienen consecuencias para la vida en el medio ambiente de agua dulce. A pesar de las normativas, en muchas regiones se sobrepasa el nivel crítico.
Las medidas

Estas investigaciones tienen en cuenta:
- los mecanismos de contaminación, tanto en la fase de los sistemas de explotación que los producen como en los medios naturales;
- la adquisición de las bases científicas necesarias para establecer normas y validar y armonizar los métodos de medición y de ensayo;
- los métodos y tecnologías para el tratamiento del agua y la rehabilitación de los parajes contaminados;
- las nuevas técnicas agrícolas que permiten prevenir o limitar la difusión de los residuos que emanan de pesticidas y fertilizantes en las capas acuíferas;
- la comprensión de los factores y comportamientos socio-económicos de las distintas partes que intervienen en los sistemas de abastecimiento de agua.
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